Desde el principio de los tiempos, el cuestionamiento sobre el origen y el impacto de los pensamientos ha sido una incógnita constante en el ámbito filosófico y antropológico, a partir de esta, han surgido diversas hipótesis que sugieren una respuesta para estas preguntas. 

 Y es seguro que estos se ven influenciados en gran parte por los entornos a los que nos enfrentamos diariamente, como los sociales, políticos, económicos y en la actualidad, los ambientes digitales, de forma que los acontecimientos en estos espacios moldean, de muchas formas, la manera en la que pensamos y cómo estos pueden llegar a afectar nuestro estilo de vida.

 Tanto así, que, en los últimos años, se ha evidenciado un interés creciente por estos temas, lo que ha producido que científicos e interesados en conocer cómo afecta a las personas, los pensamientos positivos o negativos, estudien más al respecto con el fin de transmitir información más amplia sobre la influencia que pueden tener los distintos tipos de pensamiento en la salud del ser humano y en sus relaciones con el entorno general.

 Los pensamientos que surgen en nuestra mente hacen parte de un esquema mental con el que todos contamos, que van acompañados de: 

1. Valores 

2. Percepciones

3. Principios

Que nos construyen como individuos únicos e irrepetibles. Por esta razón es importante que empecemos a reprogramar nuestra mente, ya que estamos expuestos en el día a día a diversos ambientes y situaciones, que pueden someternos a cierto estrés, generador de pensamientos negativos, que pueden incluso, tener repercusiones en la salud tanto física como mental, así como lo menciona un artículo de la doctora Miriam Sánchez en la Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia.

Dicho artículo señala que, los eventos estresantes pueden incrementar la vulnerabilidad del nuestro organismo a ciertas enfermedades, ejerciendo un efecto inmunosupresor, que se manifiesta fundamentalmente en aquellas enfermedades vinculadas directamente con los mecanismos inmunológicos, como infecciones, enfermedades autoinmunes y neoplasias. También se conoce que el estrés crónico puede conducir a presión sanguínea elevada y riesgo de ataque al corazón.  

A través del cambio de pensamiento, no nos hacemos indiferentes a los inconvenientes del exterior, sin embargo, tenemos la capacidad de desviar esa energía en pro de producir cambios positivos, tanto en nosotros mismos, como en las personas que nos rodean, de forma que preservemos un estado saludable físico y mental, además de atraer oportunidades positivas que nos sumen en la búsqueda de la vida que deseamos.

Para lograrlo, hay que identificar las causas de las ideas contraproducentes, de forma que el problema pueda ser tratado de raíz y descartar la reaparición del mismo, adicionalmente, es importante hacer uso de diversas herramientas como la meditación e incluso el life coaching, que hagan parte del proceso de construcción de una nueva mente y asimismo una “nueva vida”. ¡Date cuenta en qué punto de tu vida estás, y toma acción!

Por tu éxito,

GLADYS OCHOA

COACH | SPEAKER | TRAINER